¿Cómo estáis melódicos? Esperamos que muy bien. En este nuevo post vamos a hablar un poco de los métodos Suzuki y Yamaha en el aprendizaje de la música.
Shinichi Suzuki creó el método Suzuki que primeramente se pensó para el violín, pero con el tiempo este método se aplicó a otros instrumentos. Este método se basa en que la música se puede aprender de forma natural, igual que se aprende el lenguaje desde bebés, es decir, si un niño está en contacto con la música desde muy pequeño, facilitará su aprendizaje en este ámbito, su aprendizaje será de forma natural y sin forzar conceptos.
Uno de sus objetivos principales, no es formar futuros músicos
profesionales, sino formar mejores personas a través de la música, incidiendo
en el compañerismo, en el trabajo en equipo, en la constancia…
Un niño que aprende música por este método, primero escuchará la pieza
a tocar, de ahí su lema, “aprender escuchando”, de esta forma el niño se
familiarizará con ella de la misma forma en que aprenden el lenguaje, por
experimentación y repetición, y aquí yace uno de los beneficios de este método,
el desarrollo de un buen oído musical.
Al igual que en todo, este método tiene sus detractores, ya que cuando
algo nuevo y novedoso se implanta, suelen surgir polémicas que intentan
desacreditar estos nuevos métodos para poder seguir instaurado en lo
tradicional. Otro aspecto importante es el oportunismo de algunas personas que
solo quieren aprovecharse del “tirón” de este método, pues a veces solo importa
lo económico y se olvida la formación de calidad de los profesores para
impartir este método en concreto.
En el método Suzuki, el alumno, el profesor y la familia tienen la misma importancia, por eso se habla del “triángulo Suzuki” ya que las tres partes están estrechamente vinculadas en el aprendizaje de los alumnos. A continuación, os dejamos un vídeo en el que se habla del método Suzuki. ¡Dentro vídeo!
Después de ver y conocer en qué se basa el método Suzuki, vamos a pasar a hablar del método Yamaha. Este método otorga mucha importancia a la sensibilidad musical, la creatividad y al desarrollo de habilidades básicas musicales, su lema es “Música para todos” y su metodología está inspirada en la tradición de las bandas escolares de Norteamérica y tiene muy en cuenta la capacidad específica de cada edad, incidiendo en las posibilidades reales de cada niño. En España, el primer centro que impartió dicha metodología fue el CEIP Adolfo Suárez en el curso 2011-2012 y viendo los buenos resultados fueron muchos los centros que incluyeron el método Yamaha en sus clases de Música. Yamaha es la que ofrece toda la instrumentación para desarrollar su método y el cuidado y mantenimiento de este por parte de los alumnos, también forma parte del proceso de aprendizaje. La improvisación, la composición y la interpretación son ejes principales para potenciar la creatividad, y las clases grupales incitan al estudiante a fomentar un espíritu de cooperación y sociabilidad, es decir, en este método se trabaja de una forma muy activa y siempre escuchando, cantando y tocando. Os dejamos con un vídeo en el que se habla de todos estos aspectos del método Yamaha.
Estupendo. Muy bien!!!
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